COPLAS A LA MUERTE DE LOS LOBOS
¡Qué pena da verlos muertos,
En los montes con los montes,
En la tierra con la tierra!
Al hombro con el cadáver.
Oí que homini lopus homo
—El hombre es lobo del hombre—.
Siendo que el hombre es del lobo.
Al hombro con el cadáver.
Por eso son más los vivos
Que se casan con los muertos
Y los muertos con los muertos.
Al hombro con el cadáver.
Como no es raro en la noche
Que caigan del Santo Cielo
Las vírgenes y los ángeles.
Al hombro con el cadáver.
Es que el mundo no es el de antes.
Antes se moría de hambre,
Ahora el hambre muere de hambre.
Al hombro con el cadáver.
Además se puso oscuro
Con tanta luz en los cielos
Y tanto fuego en el suelo.
Al hombro con el cadáver.
Tan oscuro que en el Cielo
Hay una puerta al Infierno
Y también otro San Pedro.
Al hombro con el cadáver.
Oscuro el Cielo y la tierra
Igual que hocico de lobo,
Más de hombre que de lobo.
Al hombro con el cadáver.
Que así no más va la vida:
Ausentarse sin la Suerte
Y cuidarse de la Muerte.
Al hombro con el cadáver.
¿Que el Nobel brilla en la Ciencia?
Mas no hay premio que más brille
Que el que brilla por su ausencia.
Al hombro con el cadáver.
He dicho oscuro va el mundo
Con las grandes luminarias.
Más oscuro sin palabras.
Al hombro con el cadáver.
Y acabando estoy mis coplas,
Según el son de mi suelo.
De Chillán vine y me vengo.
Al hombro con el cadáver.
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