Del libro Cuaderno de Adán
POR LA ORILLA DEL LAGO MÄLAR
Esta tarde estuve en tus pupilas
Y me vi como tú me viste
Mas de pronto te pusiste melancólica
Al ver a los ángeles volar hacia los nidales
—Pues cerca están del Cielo estos parajes—
Dejaste luego caer los párpados
¡Plena oscuridad de agua en la noche!
Oí voces Una de ellas tu voz de niña
Y vi que te enamoraste de mi asombro
Y como sonreiste entró tanta luz de pronto
Que en sombra anduve ciego y alegre
Que demoré en corresponder el beso
En fin Eso fue todo tras verme en tus ojos
Seguimos por la huella de tierra
Ya la sensación de tu mano enguantada
Ya la permanente vigilia del cosmos
Lo que hubiese sido Siempre el mutismo
Así en el agua reflejos de cisnes
Así en la brisa el frío bruñido de los abedules
Siempre por la orilla del lago Siempre
Sin cesar ni por un instante de mirarnos
Ya en tus ojos o tú... en los míos llorosos
11.01.2004 Lilla Essinge, Estocolmo
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